10 La Iglesia debe arrepentirse, Dios no soporta el pecado, y la tristeza es el resultado del pecado

ENTREVISTA A UNA ANORÉXICA

- ¿Cuándo fue la última vez que comiste? “No, te equivocas. Yo sí como. El problema es que lo vomito todo”. Los anoréxicos sí comen; sólo que después lo vomitan. Aunque son físicamente delgad@s, la anorexia no es una cuestión de comer o no comer; la anorexia es un trastorno, una enfermedad mental. Hablan de su enfermedad con asombrosa lucidez. Los anoréxicos son por lo general personas muy inteligentes.

Este estado mental afecta mayoritariamente a las sociedades de consumo. Son casi endémicas en ciertos países. Se cree que solamente en Francia existen unos 50.000 casos, de los cuáles el 1% son varones, lo que demuestra que la anorexia es un estado mental sobretodo de las mujeres. El ataque les da desde el primer bocado. Todo en lo que piensa es en la comida.

Se quitaron todos los espejos de la casa. Era adicta a subirse a una balanza: después de cada comida, revisaba asustada si había subido de peso. Que le digan: “¡qué bien que estás!” era como si le dijesen: “¡qué gorda que estás!” Para personas con esta enfermedad, auto-evaluarse sus logros y avances en su tratamiento contra la anorexia era como aceptarse como estaba, y el problema era que no se aceptaba ni agradaba como estaba.

Todos la aceptan y alegran con cómo está mejorando, menos ella misma. Todos la ven “bien”, su mamá, sus vecinos y sus médicos le ven como quieren verla, menos ella misma. Si ella se miraba en el espejo en ese momento, todo lo logrado se iba al carajo. Su mente y sus ojos la engañan; se les vienen muchas ideas a la cabeza: “Salir de ese hoyo fue muy difícil”.

¡Peor que una persona gorda pase por su lado y ella la vea! Esa persona se queda grabado en su mente y automáticamente se fija un objetivo: “yo no puedo estar así, no debo, no quiero; a pesar de que dicen que las personas gorditas son felices, eso no siempre es la verdad pues la gente te humilla”.

DIOS NO SOPORTA EL PECADO

Verán, hay dos tipos de tristezas: la tristeza producida por el mundo y la tristeza producida por Dios. La tristeza producida por el mundo no les servirá de nada; ésa solo sirve para destruirles, 2Corintios 7:10, porque es dada de parte de demonios, y los demonios tienen un solo objetivo en mente: matar, robar y destruir, Juan 10:10. De esa tristeza tienen que despojarse.

La otra tristeza es producida por el Espíritu Santo, Juan 16:8, con un buen propósito , porque todo lo que Dios hace SIEMPRE tiene un buen propósito: para que nos arrepintamos, Apocalipsis 3:10. De esta tristeza TAMBIÉN tienen que despojarse. La forma de despojarse de esta tristeza es haciendo las paces con Dios.

El pecado trae tristeza : por eso es que yo estoy seguro que ninguno de ustedes podrá permanecer en un pecado toda su vida, porque, o terminan suicidándose debido a toda la depresión que el pecado no resuelto produce, o finalmente alzarán su mirada al Único que puede darles gozo y paz, no como la da el mundo, Juan 16:33.

Aún la tristeza que Dios da es para atraernos a Él; aún cuando en la Biblia dice que Dios no contestará sus oraciones, es con el propósito de que ese pueblo cambie su proceder. Dios nunca ha estado ausente de la historia de la humanidad; Dios no está ausente de la vida de tu hijo, o de la vida de tu esposo, o de la vida de tu esposa. Dios siempre está aún cuando lo negamos. Pero Él no contesta tus oraciones si estás en pecado CON EL BUEN PROPÓSITO de que primero corrijas tu caminar.

Por eso es que yo sé que, aún si alguien se propone vivir demasiado tiempo en fornicación, la tristeza eventualmente lo traerá de vuelta a los pies de Cristo, Lucas 15:11-32. Uno no puede vivir toda su vida “haciendo lo que le da la gana”; algún rato tendrá que vuelta alzar la mirada a Dios y regresar al Padre. Un hijo es hijo para toda la vida, y un hijo jamás se olvida de la amabilidad y del amor con el que se le trató cuando estuvo cerca de los brazos de Su Padre. Aunque sea para volver a oler la fragancia de las ropas de Su Padre, ha de regresar, y para regresar, debe dejar el pecado.

Dios siempre pone delante nuestro la vida y la muerte, Deuteronomio 30:15-20. Esta es una decisión que tendrás que tomar todos los días por el resto de tu vida: ¿escojo hacer el bien este día, o escojo hacer el mal? En este sentido, el cristianismo es una vida de decisiones. Cada mañana, Dios pone delante de ti la vida y la muerte; ¡tú escoges! Interesantemente, no podemos tener los dos al mismo tiempo: no podemos convivir con el pecado y a la vez tener comunión con Dios, Mateo 6:24, Lucas 16:13. Sólo podemos una de ellas a la vez, porque si convives con el pecado, tu comunión con Dios se rompe, y por ende comienzas a sentir la tristeza de Su ausencia en tu vida. Así funciona Dios: si quieres TODO de Él, Él va a exigir TODO de ti: Él no puede aceptar que un pedacito de tu vida esté en pecado y el resto sí le desee a Él.

“Nunca encontrarás la Presencia de Dios donde está Satanás; Elías tuvo que irse de dónde estaba Jezabel para encontrar la Presencia de Dios, y tuvo que irse al Sinaí; no podía encontrarlo en la presencia de maldad. Esto es como un secreto para la mayoría de personas; es algo que ni si quiera entienden. La Presencia de Dios sólo es hallada en el lugar secreto, Salmo 81:7. Jesús subió al monte para encontrar la Presencia de Dios, y después bajó al valle y había demonios esperándolo en el valle. Dios es demasiado sagrado como para revelar Su Presencia en medio de la presencia de maldad. No es una cuestión de debilidad, es una cuestión de Santidad, ¿entienden eso? Sean buenos estudiantes de la Biblia: si yo digo algo, vayan y escudriñen Las Escrituras, vayan y encuéntrelo, vayan a leerse toda La Biblia apara ver si está ahí. Ejemplo, tras ejemplo tras ejemplo.”

“La Gloria ni si quiera se manifestó al pueblo de Israel excepto al sumo sacerdote y Moisés. Los hijos de Israel nunca conocieron la Presencia de Dios; estaba escondida de ellos; sólo estaba en el Lugar Santísimo, y si se atrevieran a entrar allí, morirían. Sólo el sumo sacerdote podía entrar allí, 1 VEZ AL AÑO, ¡Y CON SANGRE! E irían con temor y temblor y ataban una soga alrededor de su tobillo por si acaso caí muerto ahí dentro, porque si había pecado en su vida, ahí mismo caía muerto el sumo sacerdote. Y ponían campanillas en las faldas del sumo sacerdote de manera que si las campanillas dejaban de sonar significaba que está muerto, y sacarían a ese hombre jalando la soga, porque ninguno se atrevería a entrar allí dentro: hubiesen sido dados a muerte por la Presencia de Dios. La Presencia de Dios es tan sagrada que Él ordenó que ni si quiera permitan que un animal se acerque a esa montaña cuando Yo descienda para hablar con Moisés, Éxodo 19:13”.

La Presencia es tan sagrada que a los hijos de Israel no se les permitía entrar al Lugar Santísimo. Los miles y miles y miles de sacerdotes no podían experimentarla, sólo el sumo sacerdote podía experimentarla, y no todos los días, sino sólo una vez al año. La Presencia es demasiada sagrada como para ser revelada en los atrios, es demasiada sagrada como para ser revelada en el lugar santo, es demasiada sagrada como para ser revelada al mundo. Es demasiada sagrada como para revelárselo a aquellos que están viviendo en la carne. La Presencia de Dios sólo pertenece al lugar más sagrado de todos los lugares sagrados. La Presencia está protegida; Elías, no sólo tuvo que llegar a la cumbre del desierto del Sinaí para encontrarla, 1Reyes 19:8, sino que aún después de haberla encontrado, tuvo que esconder su rostro con su manto para protegerse de tanta santidad, 1Reyes 19:13. Así que cuando hablamos de la Presencia de Dios, es un tema DEMASIADO SAGRADO”, BENNY HINN, prédica The Anointing, lesson 2, part 3.

Él es DEMASIADO SANTO como para compartir un templo (nuestro cuerpo) con aunque sea un poquito de pecado “¿O piensan que la Escritura dice en vano: Dios celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?", Santiago 4:5. Dios no soporta el pecado: más rápido se va antes que tener que compartirte con el pecado; aunque la verdad es que Dios nunca se va, pero sí dejamos de sentirle. Si se va Su fruto: la paz desaparece de nuestras vidas, el gozo que alguna vez sentimos se esfuma. El pecado trae tristeza; así es como yo sé que nadie podrá permanecer en el pecado toda su vida, porque eso sería como permanecer en la tristeza toda su vida. Tenga la seguridad, querida madre, que tu hijo no podrá permanecer en el pecado toda su vida. Tenga la certeza que él volverá a los brazos de Cristo (“¡¡¡Amén!!!” la gente enloquece). Este mundo pondrá la mirada otra vez en Su Creador, una vez que ya esté harta del frío que se siente lejos del calor de los brazos de Dios.

¡Dios no puede soportar el pecado! ¡Dios no puede soportar el pecado! Dios prefiriera estar MUERTO antes que tener que tolerar el pecado de este mundo, que de hecho, es lo que hizo: Jesucristo murió para purificar a aquellos del mundo que han de creer en Él, porque Jesucristo no soporta lo que está sucio del pecado. Tanto no soportaba Jesucristo el pecado que murió para deshacerse de las obras del pecado.

¿Cuántos de ustedes alguna vez no soportaban a alguien o a algo que murieron para deshacerse de ese algo? Ninguno, ¿cierto? Pues así de intolerante es Jesús ante el pecado: Él es mucho más exagerado en su trato con el pecado que cualquiera de nosotros. ¡Jesús no puede tener comunión con el pecado! ¡Prefirió morir antes que tener comunión con el pecado! El pecado NO TIENE parte ni lugar en Él, y si tú tienes comunión con el pecado, Jesucristo no puede soportar tener comunión contigo. Esto no significa que te deja de amar, pero sí significa que dejarás de sentir Su Presencia, dejarás de tener todas las riquezas que Su Presencia dan, dejarás de tener paz, gozo, abundancia, porque te conformaste con la muerte, en vez de escoger la vida. Pero esto, gracias a Dios, se puede solucionar fácilmente: ¡Arrepiéntete! ¡Deja el pecado en su totalidad y me tendrás a Mí en Mi Totalidad!, dice El Señor (“¡¡¡Woah!!!” la gente enloquece).

LA TRISTEZA ES EL RESULTADO DE TU LEJANÍA DE CRISTO

Cuando estás excesivamente triste, es porque estás lejos de Jesús, Salmo 89:20-22 . La tristeza excesiva es el resultado de que no estás cerca de Quien te da la alegría, Gálatas 5:22-23. La paz y el gozo siempre serán un fruto del Espíritu, es decir, Él te los da y lejos de Él, no hay gozo ni paz, SAMIR LÓPEZ, prédica Deja el pecado y el fin de los tiempos.

La tristeza no es el resultado de la circunstancia dura que estás pasando, pues podrías estar pasando la peor situación imaginable que si estás cerca de Jesús, Él ahuyenta todo demonio y todo problema parece hacerse chiquita cuando estás en ése lugar especial de Su Presencia, Salmo 42. Nota que donde está Dios, no pueden entrar los demonios. Donde está Dios, se acaba la depresión. Los demonios no pueden entrar en la Presencia de Dios; si tú te escondes dentro en la Presencia de Dios, los demonios no podrán alcanzarte, BENNY HINN, prédica Intimacy with God 4, Salmo 42.

Lucas 4:38-41, Cuando Jesús entró, todo cambió. Había enfermedad y angustia en esa casa; había desorden en esa casa, pero cuando Jesús entró la enfermedad salió, y juntamente con la enfermedad también salió la angustia de esa señora, y Jesús restauró el orden en la casa de Simón Pedro. Cuando Jesús sana enfermedades, Él también quita cargas y todo problema, Mateo 11:29, BENNY HINN, prédica Intimacy with Jesus, Lucas 4:38-41.

A esto se refiere “Espera en Dios”, “Descansa en Dios, Él es tu Refugio”, Salmo 62. Tu descanso está en Dios, no en el pecado. Cada que te sientas triste, descansa en Dios, búscalo en oración en el Espíritu y no dejes hasta hallarlo . Hay algunas personas que dicen: “Necesito amor”; yo les digo “o sea, necesitas a Dios; porque si estuvieras con Dios, no estarías tan deprimido como estás ahorita”.

La próxima vez que estés deprimido, la próxima vez que estés con ganas de suicidarte, recuerda que no es porque ya llegó el fin de mes y no tienes con qué pagar el arrendamiento, recuerda que no es porque estás endeudadísimo por todos lados y no tienes con qué pagar, recuerda que no es porque tu novio o tu novia te abandonó y se fue con otra u otro. Estás triste porque no estás tan cerca de Cristo como deberías estarlo. La próxima vez que sientas aunque sea un poquito de tristeza, ése mismo rato métete bajo la sombre del Omnipotente, se lleno de la Presencia de Dios que ahuyenta toda tristeza y todo demonio, ora de corazón (en Espíritu).

¿No es fácil restablecer la comunión con el Espíritu Santo?, la respuesta es sí, ¿No es el arrepentimiento lo único que Dios exige para que Él vuelva a estar en mi vida llenándome de Su abundancia y ahuyentando toda mi tristeza y mis demonios? La respuesta es sí, ahorita que ya eres hijo de Dios, lo único que Él exige es tu arrepentimiento. Antes de ser Su hijo, Él también exigía primero que te hagas Su hijo, pero ahora que eres Su hijo, sólo exige tu arrepentimiento .

No te suicides: ¡Arrepiéntete! Deja el pecado y busca al Único que puede llenarte nuevamente. El sexo no te llena, se los digo por experiencia; el sexo te vacía cada vez más hasta que llegar al punto de “¿jalo o no el gatillo?” y te preguntas “¿Cómo llegué hasta aquí, si alguna vez fui lleno?” Es lo que me pasó a mí: me había conformado con el pecado en mi vida, (haces un chasquido violento de tus dedos) mi paz me fue quitada. Esa misma noche que me di cuenta que era debido a mi pecado, me arrepentí y esa misma noche fui lleno otra vez. Dios es fiel: Él está ahí, a lado tuyo, esperando nada más que te arrepientas para volverte a llenar.

No es difícil ser lleno: es cuestión de saber cómo buscarlo a Dios: en el Espíritu, de corazón, sin trato con el pecado; tú debes llegar a ser como Cristo y decir: “el pecado no tiene lugar ni parte en mi vida” También ya vimos en otra ocasión que quien dice que no tiene pecado, es mentiroso, pero no estoy hablando ahorita de lo mismo. No cosa es el tipo de pecado del que Juan habla en este pasaje, 1Juan 1:8 y 10, y otra coas es conformarse con el pecado. Vivan en arrepentimiento: tan pronto se den cuenta que están mal, dejen de hacer eso que está mal. Todos tenemos pecado, muy de acuerdo, pero me he propuesto superar mi pecado con la ayuda del Espíritu Santo en vez de conformarme con mi pecado y decir: “oh bueno; así he de morir”. Ahí es cuando el Espíritu de Dios no te soporta y quita tu paz, pero si siempre mantienes tu mente en constante renovación (arrepentimiento), Dios derrama Su Presencia sobre ti.

Él siempre está al lado tuyo para terminar la obra que empezó y perfeccionarte, aún cuando no lo sientes porque estás en pecado. Ya vimos que el propósito de Dios en quitarte tu paz es que cambies tu caminar. Así que, aún cuando estás en pecado, Dios está al lado tuyo tratándote, ¿y cómo te trata? Quitándote lo que antes sentías Su Presencia (así esté al lado tuyo, no lo sientes), quitándote tu paz y tu gozo, permitiendo que la tristeza invada tu corazón.

Entonces, llegamos a la conclusión, que tú eres quien decide cómo te sientes: peca, y te sentirás mal; busca a Dios, y te sentirás mejor. Cuando estés en busca de paz, en vez de ir a un bar, ponte a orar: es mucho más barato, es más seguro y es la única manera que realmente te renovarás. Llotras por las demás cosas cuando no loras por La Presencia de Dios; estás centrado en los problemas de tu entorno cuando no estás lleno de Su Gozo y de Su Paz.

CAMBIA TU FORMA DE PENSAR

Primeramente debes aceptar que puedes estar equivocado. Ten siempre una mentalidad de posible arrepentimiento. Vive con una actitud siempre abierta al arrepentimiento.

Si te contestan: “yo sé que estoy mal”, tú respondes: “y sin embargo no quieres hacer nada para cambiar y mejorar”.

- Si te interrumpe con la pregunta retórica: “¿Qué puedo hacer?” o de plano afirma “no puedo hacer nada”, dices “Marcos 9:23: todo es posible al que cree. No hay límites para lo que el ser humano puede lograr si se lo propone; los límites te los pone tu mente, no te los pone Dios. No hay nada tan difícil y arduo que la mente humana no puede vencer, Séneca. Primero, voy a necesitar que cambies tu manera de pensar en cuanto a que no puedes lograrlo. ¡Sí puedes!

- “Voy a necesitar que hagas todo lo contrario de lo que crees que no puedes hacer; ejemplo: Si no puedes regresar a Cayambe porque tus pensamientos te limitan (recuerda que es nuestra mente la que nos pone nuestros límites), voy a necesitar que regreses a Cayambe y punto”.

¿Sabías que el arrepentimiento trae consigo frutos de arrepentimiento?”, Mateo 7:16-20, Hechos 26:19-20, Gálatas 5:6, Hebreos 6:12, Santiago 2:14-26, SAMIR LÓPEZ, prédica Fe, arrepentimiento y bautismo.

Jesucristo sabía que todos los males que la humanidad mismo se imponía originaban en su mente (peleas entre colegas, gritos entre esposos, guerras mundiales, señoritas anoréxicas y bulímicas, ladrones, violadores y asesinos, gente aburrida de sus empleos y hogares). El que es pobre en lo físico es porque también lo es en lo psíquico; en realidad es un prisionero a su forma de pensar. Por eso Jesucristo predicó “¡arrepiéntanse! (cambien su forma de pensar)” Sólo el arrepentimiento podrá traer felicidad al alma de toda persona; sólo con el cambio de su mentalidad, de su patrón de pensamientos y de su forma de pensar, podrá el hombre encontrar la felicidad y salvar al mundo.

Los sicólogos son nuestras camaradas en la misma guerra: el objetivo de los sicólogos es tratar de cambiar el patrón de pensamientos de una persona que obviamente tiene un patrón de pensamientos enfermizo y una mentalidad o una forma de pensar MAL, y tratar de meterle una forma de pensar más saludable. Nuestro propósito como predicadores es el mismo: cambiar la forma de pensar de la gente y predicar lo que es correcto, para que la gente piense en lo que es correcto.

Filipenses 4:8 es un versículo directamente 100% relacionado con el arrepentimiento. Pablo quiso desarrollar el significado de arrepentimiento en este pasaje: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad”. ¡En esto pensad! ¡No piensen negativamente de las personas o de las circunstancias!

Y si se ponen a analizar, todita la Biblia está plagada con pasajes cuyo propósito es cambiar nuestra forma de pensar: “No eres un perdedor, sino………….

El propósito de La Palabra de Dios es cambiar la mentalidad o forma de pensar de la humanidad. Las palabras que Dios mismo habló y que reveló a la humanidad tienen el propósito de que el ser humano las asuma como sus propias palabras, y piense como Dios piensa. El propósito de Dios al darnos SU PALABRA no fue solamente para que la conociéramos intelectualmente, ni para que conociésemos de su existencia, sino para que PENSARAMOS como Él piensa. ¡Ése fue Su propósito en regalarnos Su Palabra!

¿Está usted aprovechando la Palabra de Dios para lo que fue expedida? ¿Está usted viviendo la Palabra de Dios? ¿Está usted pensando como Dios piensa? En algunos aspectos puede que estemos mal; son justamente en ellos en los que tenemos que trabajar. A eso me refiero con vivir en arrepentimiento: todos los días cambiar mi forma de pensar en lo que estoy equivocado hasta que mi mentalidad sea la forma de pensar de Cristo. ¿Está usted dispuesto a seguirse arrepintiendo hasta que su mentalidad sea como la de Cristo EN TODO? AHÍ, usted es verdaderamente un discípulo de Cristo: cuando usted ha adoptado a Cristo como su Maestro, su Mentor para aprender de Él, Mateo 11:29, y para parecerse a Él, 1Corinstios 11:1, Efesios 5:1.

Cuando yo leo un libro de superación personal, generalmente mi forma de pensar después de leer el libro ha cambiado a lo que era mi forma de pensar antes de leer el libro. Estoy seguro que les ha pasado a ustedes también: libros de filosofía y pensamientos profundos cuyos propósitos son liberar el alma cautiva de sus propios pensamientos superficiales y egoístas. Cada que leen un libro nuevo, es porque desean aprender algo nuevo: DESEAN CAMBIAR SU FORMA DE PENSAR. Ése debe ser el propósito con el que lean todo libro incluyendo la Biblia, pues el propósito de todo autor, incluyendo el autor de la Biblia, es cambiar tu forma de pensar parecida a la forma de pensar del autor. Por eso, debes elegir con mucho cuidado lo que lees, pues no todo autor tiene una mente sana y madura.

EL ARREPENTIMIENTO ES OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

¿De qué manera puede un arrepentirse? ¿O de qué manera puede uno cambiar su forma de pensar? (Escuchar las opiniones de tus amigos) Hay algunas formas de cambiar tu forma de pensar: leyendo un buen libro, escuchando una máxima que nos deja: “¡Sí no ve!”, escuchando un consejo muy puntual y específico para nuestra situación. La Biblia nos exhorta a ARREPENTIRNOS de nuestro pecado; es decir a pensar diferentemente de nuestro pecado: a un nivel natural, esto significa reconocer que el pecado no nos conviene a nuestra vida y por ende, dejarlo, ¿cierto? ¡Pero muchos que saben que el pecado no les conviene AÚN siguen pecando porque ese pecado actúa como una prisión! ¿Qué se hace en esos casos? La Biblia arroja una gran luz al respecto: Arrepiéntete.

¡Debemos encontrar un esquema mental que nos permita mantenernos fuerte ante la tentación, una máxima que por poco reestructure toda nuestra secuencia de pensamientos para que nos sea la constancia de algunos pensamientos sucios los que nos lleven a pecar! Entonces nos habremos arrepentido (cambiado nuestra forma de pensar) para mantenernos fuerte contra el pecado. Ahora la pregunta es: ¡¿cuál es esa máxima que nos permite reestructurar toda nuestra secuencia de pensamientos, ése UN pensamiento que nos mantenga firmes contra el pecado?! Ahí es donde entra la obra sobrenatural del Espíritu Santo: ¡Él es quien debe revelarnos esa forma de pensar que nos mantenga firmes contra el pecado! Por lo tanto, debemos preguntarle: ¿cuál es ese pensamiento que nos permita arrepentirnos (cambiar la secuencia de nuestros pensamientos)?

Así, llegamos a la conclusión que “el arrepentimiento es una experiencia sobrenatural; no es algo que puedes lograr humanamente. Es un don del Espíritu Santo”, BENNY HINN, La Unción, Editorial Unilit, primera edición , Miami-Florida 1992, pg132. Él es quien nos atrae para que nos arrepintamos. Hay pecado que actúan como cárceles, como el alcoholismo, la drogadicción y la pornografía, y la única solución a estos pecados es el Espíritu Santo. Como David, debes rogar:

Ministración:PURIFÍCAME con hisopo, y será limpio: LÁVAME, y seré emblanquecido más que la nieve”, vrs7.

HAZME oír gozo y alegría; Y se recrearán los huesos que has abatido”, vrs8.

CREA en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y RENUEVA un espíritu recto dentro de mí”, vrs10.

No me eches de delante de ti; Y NO QUITES DE MÍ TU SANTO ESPÍRITU”, vrs11.

VUÉLVEME el gozo de tu salud; Y el ESPÍRITU LIBRE ME SUSTENTE”, vrs12.

LÍBRAME de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud: Cantará mi lengua tu justicia”, vrs14.

Señor, ABRE mis labios; Y publicará mi boca tu alabanza”, vrs15.

Yo escucho a un hombre 100% dependiente de Dios. Él no pidió fuerza para él mismo poder sostenerse; más bien ROGÓ y CLAMÓ que Dios le dé haciendo todo, porque él reconoce que como ser humano, no puede hacer nada por sí mismo, Juan 15:5; él es demasiado malo como para mantenerse en pureza, con un corazón limpio y espíritu recto. Debes recibir el poder del Espíritu a diario para poder vencer sobre la carne en arrepentimiento, pues es una batalla diaria.

Debemos comenzar a vivir una vida crucificada con Cristo TODO EL TIEMPO, pues se supone que una persona crucificada no puede bajarse de la cruz; así, no podremos mantener lejos al Espíritu. Ya ni si quiera tendremos que pedirle que nos llene. Él quiere que seamos sensibles a nuestros pecados, que lidiemos con ellos inmediatamente y que continuemos con nuestras vidas con gozo en el poder de Dios.

Sin santidad, nadie verá a Dios”, Hebreos 12:14; esto no significa que Dios no te ama. ¿Cómo conciliamos estas dos versículos que incluso están en el mismo libro: Romanos 3:23 y Romanos 8:35, 38-39? Por un lado, dice que ni el pecado puede separarnos del amor de Dios, pero por otro, dice que el pecado nos separa de la Gloria de Dios. No es que la Biblia se contradice, porque la Biblia NO se contradice; lo que sucede es que estas dos cosas SÍ OCURREN AL MISMO TIEMPO. ¿Cómo es eso?

Dios siempre te amará, sin importar los pecados que hayas cometido o que cometas. Puedes morirte sin Cristo, que todo ese tiempo, Dios jamás dejó de amarte y jamás dejó de esperar a que tú regreses a sus caminos. Peques o no peques, Dios te ama. Lo único que significa es que Él guarda algo especial para aquellos que se esfuerzan por mantenerse en santidad: Él dejará verse por ellos, y con eso, estarán satisfechos y disfrutarán de Sus frutos, Su gozo. Su amor NO es una bendición especial para unos pocos; Dios amó AL MUNDO, Juan 3:16; pero Su Gloria y Sus frutos sí son necesarios pagar un precio para tenerlos: santidad. Mateo 5:8; debes limpiar tu corazón para ver a Dios.

Yo no sé de ustedes, pero yo deseo a Dios sobre todas las cosas. Deseo al Señor más de lo que deseo el pecado. Deseo al Señor… prefiero a Cristo… prefiero a Cristo…

DEBER: Génesis 37:1-36, Génesis 39:1-23, Génesis 40:1-23, Génesis 41:1-27, Génesis 41:28-57, Génesis 42:1-38, Génesis 43:1-34


El precio de la paz… el precio de la paz, el precio de nuestra paz…



…recayó sobre Él, Isaías 53:5. Nunca olvides lo que le costó a alguien que te ama muchísimo para que tú vivieras feliz y bien…

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